Durante las últimas décadas, la cultura de prevención contra incendios ha evolucionado a un ritmo acelerado adaptándose a las exigencias de seguridad que implican las vanguardias arquitectónicas e ingeniería de construcción para la edificación de grandes ciudades. Las normativas para la regulación de este tipo de estrategias de seguridad se han estandarizado dando pie a programas para sistemas contra incendio más eficientes y eficaces.
Las funciones clave de los sistemas contra incendio incluyen prevenir la ignición, controlar la combustión, detectar y notificar tempranamente, extinguir manual o automáticamente y controlar el proceso final. Estos sistemas, que a menudo integran diversos enfoques, se han convertido en prácticas altamente eficientes para combatir incendios. En cuanto al proceso de combustión, sigue el triángulo de fuego, que requiere combustible, comburente (generalmente oxígeno) y energía de activación. La combustión genera calor suficiente para que los materiales combustibles alcancen su temperatura de ignición. Prevenir o combatir el fuego implica eliminar cualquiera de estos elementos: combustible, comburente o energía de activación.
Reacción en Cadena: Esencial para la propagación del fuego; su ausencia lo extingue.
Tipos de Combustión:
Agentes de Extinción: