La eficacia de un sistema contra incendios no se limita al suministro y montaje de equipos, sino que requiere una planificación, asesoría y diseño cuidadosos que consideren diversos factores para garantizar el cumplimiento de normativas y la máxima eficiencia.
Necesario para crear un diseño concreto y preciso de los sistemas contra incendio debe contarse con las medidas de la edificación específica que se va a proteger. Se deben tomar en cuenta los productos de la combustión como: llamas y humo dentro de los diseños. De forma general y tradicional sin tomar en cuenta la NFPA o norma que rija el país que se encuentra, se determinan las distintas edificaciones y sus actividades dentro de un riesgo: bajo, moderado y alto.
Es dependiendo del riesgo la exigencia y capacidad de los sistemas contra incendio. Un método tradicional de contextualizar, sin significar que siempre es así, es las edificaciones residenciales son riesgo bajo, las comerciales mediano, y las industriales y/o almacenamiento alto. El factor mayormente utilizado que determina el riesgo es la carga de combustible, es decir, la cantidad de material combustible en cierta área.
Además de la posibilidad de incendio se debe tomar en cuenta tanto en el diseño como en el sistema contra incendio que se determine, la velocidad de propagación. Las características principales que aportan a un crecimiento de fuego son: La carga de fuego (materiales, la cantidad y como están distribuidos), Acabados interiores, suministro de aire (cantidad de oxigeno) y el tamaño la forma y construcción del lugar.
Etapas de desarrollo del fuego:
Control del Incendio Mediante Construcción (Protección Pasiva):
Detección y Alarma de Incendio:
Extinción de Incendio: